Las ganas follándose a mis temores


Es muy tarde... mientras me fumo un pitillo y me termino este whisky on the rocks, con muy poco de rocks, y aún menos de whisky, pienso y llego a la determinación de que no pienso mirar una sola opinión más sobre NY. Este viaje lo hago sólo, sin embargo me paso el día lidiando con "ten cuidado con...", "tienes que ver...", "no puedes dejar pasar...".

De repente esto se ha convertido en la historia del hombre del saco, que ningun@ lo hemos visto, pero todos dormíamos acojonados pensando en él. Tengo muchas ganas de hacer este viaje, porque sé que va a mejorarme como persona, va a cocinarme a fuego lento y va a contarme, en confianza, quién soy yo. Y es por todo esto por lo que voy a dejarme llevar, haré lo que me salga de mis dos peludos amigos.

Quiero poder cenar un bocadillo de carne grasienta bajo la lluvia, quiero derramar diecinueve lágrimas por mi pasado, y sonreir quinientas veces por mi futuro, quiero acostarme cuando mis sueños empiecen a mezclarse con la realidad, quiero reirme de esa señora que viste con mallas rosas en Broadway, quiero hacer la fotografía más bonita del mundo, quiero plasmar con letras lo que no supe plasmar con mi voz, quiero cansarme de decir "nice to meet you too", quiero emborracharme con un desconocido después de perderme cien veces, quiero sentir un abrazo como aquellos que tanto añoro, quiero poder recordar todo lo que me haga sonreir y olvidar todo lo que me haga perder mi sonrisa, quiero bailar al son de su risa, de su sonrisa, y abrazar sus lágrimas sin llegar a tocarla, quiero hacerle el amor a la vida, a mi vida, a tu vida... Y además, quiero hacerlo a pelo.

Me muero por comprobar qué me deparan esos 7 días, esas 6 noches, esos millones de segundos de Yo, me, mi, conmigo. Me muero por volver a conocerme, y estar encantado de decir "El placer es mío".

Buenas noches.